domingo, 24 de febrero de 2013

noche de luna...otra luna

¡Aih la luna!

Esa que brilla esta noche como todas las noches, que me domina cuando se llena, que oscurece  mis cielos cuando se esconde, la luna...
¡Aih mi luna!

Lunares en su cara, lunares son mis sueños, de lunares los vestidos y de luna tu reflejo,
¡Aih mi luna!

Me desbaratas, me enciendes, me alteras como si una ola fuera, mi luna apagando las estrellas.
Luna, luna de mecidos durmientes, luna de amantes en celo, de labios pegados y de pecados testigo, aih mi luna...
Y me duermo en tu luz, vigilante, pendiente, mi luna yacente.

!Aih mi luna!
¿Donde te metes?

Inma Castrejón, la bruja de chocolate

domingo, 17 de febrero de 2013

Agua

Agua clara que entre los dedos se escapa, agua...
Agua de primavera, de mañana fresca, de condensada noche y claro amanecer, agua...
Sutil y suave, esquiva y limpia agua.
Salda en mares ondulantes, dulce en lagos eternos, invisible, luminosa, agua...
Hoy quisiera ser como el agua, esa que encerrada en un vaso espera tu boca, que sacia tu sed, que acompaña tu mesa, que invisible se cuela hasta el rincón mas escondido de tu cuerpo. Agua que dentro te sacia, que todo lo llena y se, se va como el agua...
Hoy soy como el agua.

Inma Castrejón, la bruja de chocolate

jueves, 14 de febrero de 2013

Un buen día para pasear con mi escoba



Hoy es un día perfecto para echar a volar a mi bruja de chocolate.
Hay quien piensa que debería permanecer escondida en un cajón, quizás en ese cajón diminuto de mi pequeña y preciosa mesita de noche o en la cajita de lata en la que almaceno los recuerdos, pero mi bruja es traviesa, tiene una escoba que alcanza velocidades increíbles y otras se desliza por el azul violáceo de un atardecer en Caños de Meca.
Hoy es un día en el que los ramos de rosas circulan por las calles como si nadie los sujetara, inmensos manojos de rosas envueltos en papel celofán y con grandes lazos de color carmesí y mi bruja se pregunta: ¿cual es el motivo de tanta rosa y tanto bombón?
Yo consumo chocolates a diario y mis flores no las corto, las dejo vivir plantadas en mis macetas, en esas que adornan mi azotea. Nadie ha de regalármelas, no es necesario que las envuelvan porque ya son hermosas. Mis tarjetas de amor ya las escribo yo y cada golpe de pulmón lo siento como un beso, como un "te quiero "a la vida.
Hoy es un día para celebrar, si, y mi bruja sale de ese rincón  donde solo se queda dormida esperando a que yo le abra la puerta, pero yo...no creo en las puertas cerradas, no creo en los amores de un día ni en las flores embotelladas, cero en la vida, en las escobas, en los suspiros y en los chocolates de medio día y en algún beso fugitivo que me recuerde que, aún siendo bruja, soy una mujer...

Inma Castrejón, la bruja de chocolate. 

sábado, 9 de febrero de 2013

PECADO

El humo.
Humo espeso, cálido y nebuloso, humo.
Gas inerte, fallecido en la quema de cigarros marchitos, de noches eternas, de pecados inconfesables, de amores inhabitados..Humo.
Humo de dulce aroma, mezcla de sal y limón, de vinos espumosos, de medias rotas, humo...
Poros dilatados, pupilas hirbientes, fluído espeso, sudor, pasión, risas, humo...
Hoy...me apeteces

Inma Castrejón, la bruja de chocolate

viernes, 8 de febrero de 2013

recuerdos




Hoy hablando con un muy buen amigo comentábamos el valor del oro. Charlábamos sobre cuanto vale la amistad y cuanto vale ese mineral tan valioso.
La frase tan usada de "la amistad vale mas que el oro"...pues si, vale mas y yo le referí una joya que guardo en un saquito de terciopelo.
Es un saco pequeño, de menos de cinco centímetros de alto y tres de ancho, confeccionado de suave terciopelo de algodón azul oscuro y cerrado por un fino lazo de color rojo. Dentro esconde un tesoro que solo en un par de ocasiones, es una medallita de oro de la virgen del Rocío.
Cuando mi hija nació mi padre se la regaló con un grabado en el reverso donde figura su nombre "Pilar" y su fecha de nacimiento "25-01-1995". No hay referencias de quien la regala ni porqué, es pequeña y apenas pesa unos gramitos. No creo que costara demasiado dinero, pero si el suficiente como para suponer un esfuerzo para mi padre hacer tal regalo.
La cuestión es que, si, el oro vale mucho en este momento, la amistad muchísimo mas, pero el valor de esa medallita está en que mi hija jamás volverá a nacer, el 25 de Enero de 1995 nunca volverá a ocurrir y mi padre nunca jamás, pero nunca nunca podrá volver a ir a una joyería para comprar una preciosa medallita de la virgen del Rocío.
Hoy, a pesar de todo lo que tengo que agraderle a la vida por mis fugaces éxitos, esos momentos efímeros en los que con un poco de maquillaje, una puesta en escena estupenda y mucho trabajo todo se llena de aplausos, me voy a la cama pensando en cuanto le gustaría saber a mi padre todo lo que estoy consiguiendo, en cuanto le agradaría ver a su nieta con 18 años ya, con un futuro por delante, el lo orgulloso que se sentiría al saber que su nieto ha aprendido a tocar la guitarra como el lo hacía, incansable, lleno de talento y de ganas...hoy me quedo con ese oro, el que ya no vale por su materia sino por lo lejos que quedan los recuerdos y lo imposible de volver a vivirlos...

Inma Castrejón. la bruja de chocolate

miércoles, 6 de febrero de 2013

mañana



Mañana es un día muy especial para mi.
Mañana...mañana expongo en la cuidad donde nací y he soñado con ello.
Anoche sin ir mas lejos, mientras el sueño me acunaba soñé cosas bonitas. Soñé que venías a verme, si, tu y tu y tu, tu también. 
Y que la sala se abarrotaba de personas que solo conozco en fotos minúsculas y con las que he compartido muchos minutos de mi vida durante ya años.
Salía a saludar y todos se acercaban a mi con ganas de hablar de brujas y de trapos, de sueños y de vestidos preciosos, de aquella vez que me contaste algo bonito, de aquella noche que me atendiste en mi llanto, ese que ya no recuerdo...
Anoche soñé que todos mis personajes de cuento venían a verme y me recibían como quien recibe a los reyes magos y todo era alegre y luminoso y tu estabas preciosa y yo también y aquel chico del que no recuerdo ya su nombre se había hecho mayor...
Anoche soñé que todos nos encontrábamos por primera vez.
Solo fue un sueño, pero tengo la esperanza de que mañana, cuando salga a saludar..estés ahí

Inma Castrejón, la bruja de chocolate

domingo, 3 de febrero de 2013

otro día



Erase una vez un día hace ya mucho tiempo, un día de no recuerdo que estación del año, ni siquiera se de cual, solo conservo la percepción de que han pasado al menos mil años o quizás alguno mas. Pues ese día impreciso en el que aún no me alcanzaban los pies al suelo sentada en una silla, ese en el que los churretes de chocolate me adornaban la cara y asomaban las rozaduras de mis pequeñas rodillas por encima de los calcetines del colegio, ese día fue el primero que cogí una aguja y un poco de hilo.
Como recitando un conjuro mágico observé ambos objetos y justo en el momento de darle el primer uso supe que aquello era un matrimonio para toda la vida.
Me he perdido fiestas, salidas, amores, orden, he dejado de hacer mucho de lo que me hubiera apetecido y me he comprometido con mi oficio mas que nada en este mundo.
He estado horas y horas sin quitar los ojos de mis trapos, me esforzado, he recorrido miles de kilómetros de maneras inverosímiles y he procurado salir a escena como una verdadera princesa a pesar de todo y...¿sabes? No me arrepiento de nada, jamás fui infiel a mi trabajo y se que algún día, no se cuando, no se si pasarán otros mil años o incluso alguno mas, pero tengo la firme convicción de que llegaré lejos
Yo, a día de hoy me siento bien pagada, la experiencia, el camino, las personas...esa es la cosecha mas importante.
Hoy mis amigos se divierten en un lugar maravilloso, mis hermanas comen con mi madre, mis vecinos hacen barbacoas y yo estoy con mi marido, mi trabajo...

Inma Castrejón, la bruja de chocolate